
Riquezas
Cuando se habla de riqueza, casi inconscientemente, se tiende a pensar en
grandes cantidades de dinero o de posesiones; y si bien ello es verdad, ese
no es el único tipo de riqueza que existe. Posiblemente la alegría y la
felicidad son las mayores riquezas que puede pretender el ser humano. Con
ellas uno siente que lo tiene todo, se siente pleno.
Las manifestaciones del espíritu, no pueden ser jamás compradas con moneda.
Y son patrimonio individual de cada uno, porque forman parte de nuestra
forma de ser y nos distinguen...porque cada uno de nosotros puede obtenerlas
a partir de diferentes cosas; a veces, la mayoría de las veces, de cosas muy
simples.
Quien de lo cotidiano, de las cosas de todos los días, logra extraer la
alegria y la felicidad, habrá descubierto un tesoro. Un tesoro enorme que
sólo espera ser disfrutado.
Día a día debemos fortalecer nuestro interior ya que es maravilloso. Que
algunos no sepan apreciarlo o valorarlo no depende de nosotros. No hay en la
vida sensación más hermosa que sentir que entregamos lo mejor.
Ofrecer lo mejor...dar lo mejor de nosotros está demostrando quiénes somos y
cómo somos.La riqueza y la pobreza de la gente se ven en su forma de actuar, de dar, de
ofrecer...de Ser.
© Graciela De Filippis
http://www.diariovital.com.ar/
Fallecida 2005

O L V I D A R
Olvidar, es un medio de sanación. Olvidar es sinónimo de perdonar toda vez que a veces implica transformar la visión sobre
algo que en un momento de la vida era o es importante para nosotros, pero que hasta nos robaba la paz y la tranquilidad; que
se integraba a nuestros deseos, y se plasmaba en nuestros sueños.
Olvidar, no es desintegrar algo de nuestra memoria como si nunca hubiese pasado, sino que es ver y percibir las vivencias
desde otra perspectiva existencial. A veces ciertas dosis de resignación y aceptación son necesarias para lograr olvidar eso
que supuestamente era para nosotros tan indispensable como el aire que respiramos.
A veces olvidar, que es sinónimo de perdonar, es muy doloroso al principio, pues conlleva ejercer la dura decisión de
liberar nuestra mente de esa manera de pensar, y de la forma de sentir aquel “recuerdo” que era tan fuerte
como un castillo, pero que sin darnos cuenta, edificamos en el aire.
Perdonar, que es sinónimo de olvidar, implica deshacernos de ese resentimiento hacia ese ser que una vez nos ofendió con
su manera de tratarnos, si ello significa que realmente queremos sanar nuestras heridas. Más aún cuando uno de esos seres
que nos ha dañado hemos sido nosotros mismos, por incurrir en el error de rechazarnos o maltratarnos por no aceptarnos como
seres valiosos, únicos, llenos de talentos y capacidades que nos distinguen como seres sin iguales, para compartirlo en el
bienestar de todo lo que comprende la propia identidad y el entorno en general.
Implica también cambio hacia la renovación por la integración de otros elementos nuevos para sustituir aquello por algo
de más provecho a la totalidad de nuestro ser, como lo es la introducción del elemento amor; fuente de donde nace todo bienestar.
Olvidar toma tiempo, y mucha paciencia con uno mismo.
Olvidar es un ejercicio de maduración y mejoramiento
Olvidar es un acto de valentía, porque es lucha interna de aceptación y adaptación, sobre impuestas y que se integran
al corazón abatido y herido para sanarle.
Olvidar es superación y renueva hacia la paz y el gozo. Porque perdonar que es sinónimo de olvidar, suaviza esas cargadas
emociones y llena el espíritu de esperanza y seguridad, e igual restaura la dignidad y nuestro sentido de rectitud.
Olvidar no es olvido, sino sosiego, piedad, paz. En fin, es la armonía y el bienestar total entre el cuerpo, la mente
y el espíritu.
Olvidar es dar un paso gigante hacia la plenitud, porque es la gran liberación que rompe con todas aquellas cadenas que
nos ataron por tanto tiempo en la desolación y la amargura.
Debido a que el tiempo transcurre y se llevará cual huracán violento ese motivo al que tanto nos aferramos inútilmente
y que nunca fue, ni será la base de la felicidad; el olvido actuará como nuestro protector y evitará la devastación que hubiese
aniquilado nuestros agobiados espíritus.
Perdonar (olvidar), es vida; porque es trascender hacia un nuevo comienzo, y una nueva oportunidad para labrar la salvación.
De todas las manifestaciones del amor, el perdón es la más sublime de todas.
Mariam López-PR
ave_sinalas@hotmail.com

Se mi guía®
Si este árbol levantaste con tus energías, Si los cerros tu plasmaste en la lejanía, Si el rostro de los niños llenas
de alegría, Se mi guía!
Si haces que el sol brille cada día, Si tus palabras renuevan mi alma vacía... Si de valor me llenas en mi cobardía, Se
mi guia!
Si en mi ruta, me diriges cuando esté confundida,
Si velas tras mis sueños cuando estoy dormida,
Si cuando todos me rechazan,
me ofreces cobija.... Se mi guía!
Si dijiste presente cuando estaba vencida,
Si limpiaste mis fallas con tu agonía,
Si en tus brazos hallo, la causa perdida,
Si mi barca no zozobra, ni aún en la
neblina, Se mi guía!
por Diana Arzola Rivera®
dianatr5@aol.com
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